Como dijo García Márquez, me bastó dar un paso dentro de la muralla para verla en toda su grandeza a la luz malva de las seis de la tarde y no pude reprimir el sentimiento de haber vuelto a nacer.


Cartagena de Indias es una ciudad adictiva de la que resulta difícil escapar; es el lugar ideal para pasear por sus callejuelas adoquinadas, bajo enormes balcones cubiertos de buganvillas, junto a enormes iglesias que proyectan su sombra en las plazas.


¿Cómo llegar?
Por aire se puede llegar vía el Aeropuerto Internacional Rafael Núñez, situado a unos 7 km del centro de la ciudad es la mejor opción para acercarse a esta maravillosa ciudad.


Una de las maneras más efectivas para desplazarte por la ciudad, además de caminar, es coger el autobús. Los distinguirás fácilmente porque están pintados de diversos colores, tanto por fuera como por dentro. Las distintas rutas que recorren se representan mediante los dibujos y los colores, además podrás tomar taxis, la clásica alternativa de los turistas.


¿Qué ver y qué hacer?

Sin duda, la principal atracción de Cartagena de Indias es su casco antiguo, especialmente, la zona que se encuentra dentro de la muralla. Es una verdadera joya de la arquitectura colonial, llena de iglesias, monasterios y plazas.


Dentro de la ciudad encontrarás diversos atractivos turísticos para visitar. Atractivos tales como el Castillo de San Felipe de Barajas, las Murallas de Cartagena, la Torre del Reloj, la Plaza de la Aduana, el Monumento a la India Catalina. Además, apúntate otros sitios como la Plaza Fernandez Madrid, el Teatro Heredia, el Museo del Oro, el Museo Naval, la Plaza de los coches y la Plaza de la Aduana.


Otros edificios dignos de admirar son Palacio de la Inquisición y Museo Histórico, la Catedral Santa Catalina de Alejandria, la Iglesia de Santo Toribio o el Templo de Santo Domingo.